Con este recién editado EP, a mitad de camino entre la canción de autor y la música americana de raíces, se presenta el proyecto más personal de la cordobesa Gloria Ariza.
Aquí hay ajustes de cuentas con el propio pasado, saltos al vacío sin vértigo y pequeños relatos que son una oda a la disidencia de las convenciones sociales
Pese a reconocerse la influencia de nombres determinantes – de Quique Gonzalez a Ryan Adams pasando por Radiohead o el Jeff Buckley más intimista- sus composiciones evidencian una madurez impropia para debutantes.
Así, recogen en un cuidadísimo artefacto lecturas provenientes del country, el jazz o el soul, tamizadas por el pop más luminoso y elegante, para acabar resultando perfectamente coherentes y con la personalidad suficiente como para reconocer la entidad propia de la banda.
Las letras del lote, aparentemente más crípticas a primera escucha, actúan de manera concluyente en esa definición de marca al margen de estilos.
Utilizando imágenes llenas de fuerza y evocadoras metáforas, Gloria reflexiona sobre los eternos temas universales de forma original y profunda, y no por ello menos accesible, pasando por esas etapas de la vida en las que uno necesita detenerse a hacer balance.
Aquí hay ajustes de cuentas con el propio pasado, saltos al vacío sin vértigo y pequeños relatos que son una oda a la disidencia de las convenciones sociales.
Gran Cañón
En definitiva, se trata de una estupenda carta de presentación que dejará al receptor con ganas de más y que, vista su puesta de largo en directo, debería reafirmarse en un futuro próximo sin renunciar a nada, ni siquiera a alcanzar una audiencia mucho más amplia.
Mañana jueves estarán presentando Ingravidez en la cordobesa Sala Hangar a partir de las 21.30 horas. Con entrada de 3 euros.